El piropero incorregible

by el grafa at/on 1:29
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- A veces las vacaciones ofrecen la posibilidad de recorrer calles más civilizadas (que las de Tucumán). Al principio, es posible disfrutar del cambio pero, con el tiempo, uno descubre que falta algo. Es difícil saber de qué se trata hasta que, con el pasar de los días, la nostalgia se materializa… ¡Como mujeres nos sentimos ignoradas, como hombres, incomprendidos! ¿Qué pasa? ¡Faltan los piropos que, por estar tan arraigados en la cotidianeidad tucumana, no podemos darnos cuenta de su importancia!

- Señores y señoras, les presento el “Piropero Tucumano”: no es una persona en particular sino todo varón en general. Y si es complejo delimitar sus características, más difícil todavía es definir a sus víctimas porque lo primero que hay que saber sobre el piropero es que él no sabe discriminar: tiene una increíble habilidad para piropear a cada mujer en el atributo que mejor esta disponga.

- Con el objetivo de especificarlo un poco más, presento las siguientes categorías:

- Los chiquitos atrevidos: se caracterizan por andar en grupos grandes y no pasar el medio metro de estatura. Es posible encontrarlos a la salida de la escuela y, en general, no producen material nuevo sino que citan a piroperos más experimentados. Este grupo es más bien una etapa que todo niño debe pasar para escalar a hombre.

- El de la bici: este tiene una víctima preferida en las mujeres que esperan para cruzar la calzada en la calle y no en la vereda (en cierto modo, hasta cumplen una función educativa). Otra característica es la fugacidad: nadie sabe de dónde salieron ni a dónde van. En general, este piropero asusta porque se aproxima bastante a la víctima para decirle algo que esta no termina de entender hasta que el ciclista está a media cuadra de distancia. Esta posibilidad de alejarse con rapidez le permite ser más osado que el resto de los piroperos.

- El descarado: normalmente, una víctima lo encuentra en la calle, acompañado de su pareja. Este piropero desarrolla su tarea mientras la señora le conversa aunque, en realidad, esto sea un monólogo puro y duro (evidentemente, él no la escucha). El piropero, fingiendo una atención en el diálogo, come a la víctima con su mirada y hasta se da vuelta para proseguir con el escaneo (la señora ni se entera).

- El equipo: desde uno de fútbol hasta uno de ajedrez, el equipo de piroperos tiene un comportamiento muy similar al del grupo de “chiquitos”. Sin embargo, el tamaño (que obstaculiza a la víctima la opción de aplicar una mechoneada ejemplificadora) y grado mayor de sinceridad del equipo los vuelve mucho más intimidantes, sin lugar a dudas.

- El dulce: es el piropero romántico que, inevitablemente, hacen reír a la víctima y, a más de una, le habrá alegrado el día. En general, esta categoría está compuesta por exponentes de la vieja escuela.

- El pervertido: si este piropero va en auto, su desempeño es muy similar al de la bici. En cambio, cuando camina suele acercarse a la víctima hasta el límite del contacto para susurrarle algo que, posiblemente, esta nunca escuchó en la vida y, después del piropo, no deseará volver a escuchar (aunque algunas de estas frases célebres aparezcan luego en la despedida de solteras).

por Gatta - revista Dixi



1 comentarios:

Silbar dijo...

2001
Camino al Colegio
Calle San Juan casi Maipú

Iba muy concentrada escuchando música a las 7.10 de la mañana cuando de repente siento un grito baboso, repugnante y un viento inesperado.
El piropeador en bicicleta no sólo me tiraba piropos, sino que se sintió tan cómodo como para levantarme la falta a cuadros para llamar mi atención. Lo logró. Lo odié...



Un gusto conocer un lugar tan interesante! aunque debo admitir que me sorprendí al leer su identidad paralela.


Saludos querido!


 
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